EL HOMBRE Y SU ARMA
Mi vida se convirtio es una especie de vacio, jalar el gatillo y luego desaparecer.
¿Quien notara mi ausencia?.
Tal vez los amores del pasado que en algun momento pase las noche haciendo el amor.
O tal vez algunos amigos con los que quienes comparti algunos secretos.
O tal vez algun miembro de la familia con la que haya discutido.
O tal vez alguna mascota con la que haya compartido alguno juego.
O tal vez mi vecina con la que hice el amor a escondidas de mi madre.
¿Quien notara mi ausencia?.
O tal vez simplemente el espejo donde tantas veces limpie mi rostro.
Y en el nombre de Dios jale del gatillo.
¿Envejecer ante miradas ajenas?, ese no era mi destino.
Dios no tiene religion, es una invencion del hombre para ganar algun tipo de poder y dinero.
EL TEATRO QUE SE CONSUMIO EN EL FUEGO
Me encontraba vistiéndome en mi camerino con ropa muy elegante, el teatro está totalmente vacío, yo era una persona muy puntal, siempre llegaba horas antes para prepararme. De pronto escuche unos pasos como de muleta en el pasillo, pasos muy lentos, me asome al pasillo pero no vi a nadie, regrese al camerino y volví a escuchar los mismos pasos, corrí lo más rápido que pude, era una mujer, podía ver sus huesos, atreves de su piel, se me quedo viendo, su aspecto era macabro, estaba desnuda, jorobada, su cabello hasta los hombros, y su piel blanca transparente.
Desesperado y asustado comencé a gritar, auxilio, auxilio, pero nadie me escucho, la mujer desapareció. Me metí al camerino, asustado, me mire al espejo y de mi boca salieron decenas de gusanos podridos, sentía que me ahogaba, solté un grito horripilante, pero nadie escucho, vomite mucha sangre esa noche, de las paredes salieron ciento de tarántulas que se arrojaron sobre mí, yo seguía gritando, pero nadie escucho, las paredes comenzaban arder sin cesar, todo el teatro se consumió en el fuego.
De repente entraron dos hombres muy fuertes y me encerraron en este manicomio, durante muchos años, la gente decía que yo estaba loco.
EL ORIGEN DE LA POESIA
Me levante esta mañana y sentí que mi vida era miserable, me acompañaba la misma ave de siempre, ella era testigo de todas mis alucinaciones, de todas esa noches que terminaba exageradamente borracho, que difícil es la vida del escritor.
Así comenzaba mi poema mi cuerpo tirado en suelo ya sin vida, los recuerdos atrapaban mi espíritu sin poder cruzar al otro mundo, quizás no era el momento de morir, entre las hojas buscaban la causa de mi muerte, tal vez una carta suicida, el ave solo miraba, transformase y recrearse eso es morir, una y otra vez, la muerte es solo el poema, no existía lengua que explicara a donde había ido, mi espíritu continuaba su camino, poca luz, poca paz, los enfermeros levantaban mi cuerpo colocándolo sobre una camilla paseándome por los pasillos del manicomio, otra habitación donde estar , aquí no había locos, cuarto de máquinas para los muertos.
Al amanecer mi muerte continuaba siendo un misterio, mi habitación continuaba ensangrentado, nadie se atrevía a entrar y preguntar, el crimen horrorizaba, mi canario descansaba en su jaula, un canario tan rojo como la sangre, era hermoso.
La habitación aguardaba oscura, sin tiempo, los cuentos ya escritos sobre la mesa, la botella de vino me hacía perder la fe.
Mi último frio y ahora con mi apariencia fantasmal, flotaba por los pasillo, quería regresar al mundo de los vivos, el suave viento expulsado de mis pulmones hacia soportable el jardín de la demencia, todos los locos caminaban de un lado a otro,
Sueños individuales, los sueños también sufren al no volverse verdaderos, olvidar que exitismos, nadie más recordó mi risa, el enfermero regresaba a mi habitación y buscar cual había sido mi muerte, el pájaro solo miraba, encerrado en su jaula.
En el jardín de la demencia mi alma no conseguía descansar, había olvidado su estado original, la tierra estaba maldita por ángeles negros que jugaban con nosotros.
Preocupado por el canario, el enfermero se dispone a liberarlo, pero debajo de sus patas encontraba mis ojos, picoteados y medio comidos, el enfermero quedaba inmóvil, el canario perdía el control y se lanzaba salvajemente sobre los ojos del enfermero, sin poder gritar el miedo no se lo permitía, picoteando sus ojos calmaba su hambre, todo en medio de la oscuridad, después de una horas un nuevo enfermero poco días de ingreso fue mandado a revisar que ocurría con la ausencia del enfermero, quizás había escuchado mi misteriosa muerte, en este jardín de la demencia.
Para terminar con mí historia, dime pájaro ¿hacia dónde ir?, tu que fuiste mi diablo fin de vida, en mis últimos cincuenta días de vida, no dejes secar la locura.
El enfermero encontraba a su compañero sobre el suelo ya sin vida, así comenzaba otro poema.
LA BRUJA
En el año 1970 un bruja fue condenada al fuego, ya no era la época de las brujas pero ella sobrevivía, tenía 200 años, su nombre era Andrea, y fue descubierta por su vecino, mientras practicaba un hechizo, su vecino estaba enamorado de su prima, su prima era verdaderamente hermosa, y la bruja antes de morir, dejo caer sobre el un hechizo, todas la lagrimas que no se lloren, mientras el continúe vivo, el sufriría un terrible dolor en el alma, y el lloraría esas lágrimas, cinco años después logro casarse con su prima, pero los dos murieron en un terrible accidente de auto, una semana después de su boda.
EL DIOS JAGUAR
7:30 am un disparo anunciaba el amanecer. (Dios no sabe estar vivo).
El cazador vuelve a cargar su arma, camina lentamente hacia el jaguar, que lo miraba fijamente, era Dios, el último jaguar del planeta, y su piel tenía un valor inimaginable,
El cazador apuntaba directamente a su frente, por unos segundos el silencio invadió el terreno, de repente un fuerte golpe dejaba inconsciente al cazador, era Sweed Buscolor, el mejor amigo de Dios, él lo protegía del planeta, se llevó a Dios y los dos se perdieron entre los arboles de la selva, Sweed Buscolor vivía aislado de la tierra, odiaba la ambición y maldad de la gente, fabricaba su propio vino, siempre bestia de vagabundo para no llamar la atención.
Una fuerte tormenta golpeaba la selva, Sweed Buscolor se ocultaba en una cueva jamás explorada, en esa cueva existían artefactos olvidados por los mayas, con gran valor comercial, pero a Sweed Buscolor no le importaba, consideraba la vida mucho más importante, la soledad y días de hambruna, le provocaban la locura, solía discutir con las sombras de la cueva, quería estar realmente solo.
12:30 pm, el cazador despertaba con un fuerte dolor en la cabeza, de inmediato el odio invadió su corazón, tambaleándose comenzó a caminar en busca de Dios.
Una fogata en medio de la cueva, Sweed Buscolor intentaba cocinar un ave atrapada, aunque el sabor era pésimo, la devoraba con tal brutalidad que se convertía en una bestia, comenzaba a correr por la selva como mono salvaje, soportando la fuerte lluvia sobre su piel.
El cazador sabía que no podrían ir lejos, supo que para poder cazar a Dios primero debía matar a su aliado, cegado por el odio, el cazador se detuvo debajo de un árbol para esperar que la tormenta pasara, pensaba como asesinar a su enemigo.
5:00 pm Sweed Buscolor dormía dentro de la cueva, Dios recostado a un lado logra escuchar un ruido que lo hace salir, era el cazador que pasaba frente a la cueva y sin percatarse de que estaban ahí, se dirigió hacia el rio que se encontraba a escasos metros, pretendía calmar la sed que le provocaron las horas de larga caminata, sabía que la noche pronto llegaría, y debía refugiarse, busca un lugar y llega a encontrar la cueva, recoge unas ramas para hacer una fogata y protegerse de los bichos que lo podrían morder al dormir, al llegar a la cueva descubre a Sweed Buscolor dormido, de inmediato toma su escopeta y apunta a su frente, tratando de no provocar algún ruido, el cazador tira del gatillo, solo quedaban Dios y el cazador, imagino que no estaría lejos y regresaría a la cueva solo se sentó a esperar.
El Dios jaguar al escuchar el disparo y no entender lo que ocurría, se dispone a regresar a la cueva, sin imaginar que el cazador lo esperaba para apoderarse de su piel, al ser el último de su raza, su valor era inimaginable para los coleccionistas, su piel era considerado el mapa del universo, cada mancha una galaxia.
Al llegar a la cueva, encuentra a Sweed Buscolor recostado en el mismo lugar, sin saber que ya estaba muerto, observa al cazador sentado junto a él, sabe que tiene que defenderse de él, Dios al convertirse en un guerrero se lanza sobre el cazador que logra disparar contra su pecho, Dios busca fuerza para asesinar a su cazador y arrancarle la piel, feroz y cegador por la furia no se detiene hasta dejarlo inmóvil, débil y cansado camina hacia su defensor, triste se recuesta junto a él y muere en silencio, quedaban los tres muertos en esa cueva oculta en la selva, el espíritu del el Dios jaguar era alabado por los indígenas que Vivian en el interior de la selva al no verlo más, suponían que había muerto, y su espíritu era sagrado y símbolo de paz.
El chamán de la selva en ocasiones mandaba a buscarlo para poder enterrar su cuerpo, cada siete noches brindaban largas danzas alrededor del fuego vestidos de jaguar para alabar su poder y su grandeza.
La familia de Sweed Buscolor, continuaban su búsqueda por la gran ciudad, que sin entender, por qué los había abandonado, era tipo de pocas palabras.
EL DIOS DEL INFIERNO
Dios del infierno, te pido que protejas mi alma, ahora que mi cuerpo cuelga desde la ventana, donde tantas noches viole a mi mujer, de pronto un gato se acercó a mí y me comenzó a devorar, todos mis recuerdos caían de mi mente y así el Dios del infierno, supo de todos mis crímenes, mis asesinatos, todos mis raptos, y aun colgado desde la ventana del segundo piso de esta casa, mi mujer terminaba de hacer sus maletas, después roció toda la casa con gasolina, y comenzó arder rápidamente, el gato que me devorada huyó despavorido, un gran humo negro se elevó al cielo, un terrible grito salía de la casa, y ardiendo corría por toda la casa, era mi hija muriendo lento y dolorosamente.
Que mi muerte no sea en vano, que todos los niños del mundo encuentren la paz.
Al amanecer mi cuerpo fue encontrado, por unos bomberos ya viejos, y asombrados me levantaban del suelo, el Dios del infierno reía salvajemente, uno a uno me fue contando todos mis crímenes, todas a las almas que yo le había hecho daño, me esperaban en una fosa dentro del infierno, listas para torturarme durante toda la eternidad, la vida es muy corta, pero la muerte es para siempre, para llegar al infierno se tiene que morir.
Dios en su paraíso estaba muy inquieto, saco su escopeta y apunto, dio un disparo en la cabeza del Dios del inferno y caía al suelo, ellos ya cargaban pleitos, de quien gobernaría la tierra, que por sí misma, ya apresuraba su final, el final de la vida humana.
El Dios del inferno de pronto se levantó y automáticamente sanaba, después de una risa terrible, tomo su pistola apunto a la tierra y dio un disparo, y otra mujer asesinaba sin razón a su esposo e hija.